Al amor de la lumbre

Como la de un monótono hámster que gira en su rueda monótona, así es la existencia de Andrés, el abogado de éxito que protagoniza la nueva novela de Tere Guerra, una escritora con parálisis cerebral. Un día, sin embargo, ocurre algo insólito. Aturdido por ese descubrimiento que cambiará el rumbo de su vida, Andrés comprende que debe poner fin a su monocultivo existencial: el trabajo. Un trabajo que lo vampiriza y aliena. Se siente como un zombi, pues, de hecho, él tampoco tiene alma.
Nuevo Ulises en la España vaciada, emprende un viaje -físico e iniciático a la vez, como lo son los grandes viajes- en busca de su yo más profundo, lo que lo conducirá a un pequeño pueblo de la casi secreta comarca zamorana de Sayago. Andrés conocerá allí a una anciana que regenta una posada y que, al amor de la lumbre, le ayudará a descubrir, sin imposiciones, sin dogmas, que el secreto de una vida plena radica en la difícil plenitud de la sencillez.
Después de múltiples peripecias narradas con elegancia y de intercalar varios relatos al modo cervantino que suspenden la acción a la vez que la complementan, Tere Guerra nos conduce a un inesperado final. Ni la entrañable anciana ni el perdido abogado son los que dicen ser.