Después de su partida

En abril de 1980, una familia es despertada abruptamente por fuertes golpes y gritos en su puerta. Los militares han venido por ellos. Es la época del éxodo del Mariel en La Habana, Cuba. No toda la familia podrá emprender este viaje rumbo a la tierra de la libertad. Dos hermanas, que han sido inseparables y compartido la misma casa en la calle Zapote, son separadas repentinamente. Una de ellas, Laura, se irá junto con sus tres hijos para reunirse con su esposo tras doce años de separación forzosa. La otra, Berta, se ha quedado junto a Antonio, su esposo, y sus hijas, puesto que no se les ha permitido partir. Como por arte de magia, tras el éxodo de Laura, Berta y su núcleo familiar se convierten en enemigos del estado. Muchos de sus vecinos, y hasta miembros de la familia, les dan la espalda. Enfrentan el terror constante de que turbas violentas, alentadas por el gobierno de Castro, los saquen de su casa para golpearlos, injuriarlos y hasta ajusticiarlos por su "traición". La familia teme por sus vidas. La familia ha enfrentado una constante y cruel lucha por mantenerse unida y por sobrevivir. Esta lucha, además de quitarles el sueño, la salud y las energías, les amenaza con destruir lo poco que les queda. Deben hacer todo lo posible para salir de la isla, juntos, y salvar sus vidas.