El tiempo de nuestro amor

En el transcurso de su vida, la persona puede experimentar amores fallidos, desengaños, desagravios, relaciones ilusorias e inclusive traiciones, puesto que en el mundo hay individuos de todo tipo y algunos se esmeran en hacerle daño a los demás, pero no por eso debe renunciar al amor; en ocasiones ese bello sentimiento no tiene nada que ver con la velocidad ni con el tiempo, aparece cuando uno menos lo espera y puede ser tranquilo o intenso, mágico o esperanzador y podría constituirse en pieza angular de nuestro destino. El tiempo de nuestro amor tiene que ver con el tiempo de Dios, que es un poco diferente al nuestro y no es de extrañar que llegue no cuando uno lo desea, sino cuando Él así lo decida.