Mírame florecer cuando tengo emociones fuertes

¡Descubre la travesía de las emociones fuertes con Noah y Bud!
El corazón de todo niño es un jardín virgen, lleno de maravillas y emociones que esperan florecer. ¿Pero navegar por el laberinto de las emociones fuertes? ¡Puede ser abrumador! Te presentamos a Noah, un joven héroe con autismo, y a su tierno compañero Bud, el Bloom Buddy.
"Mírame florecer cuando tengo emociones fuertes" es más que un cuento: es un sentido abrazo en forma de libro. Sumérgete en el mundo de Noah mientras se enfrenta a retos que pueden ser demasiado familiares para tu hijo: la frustración de las tareas que salen mal, los ruidos abrumadores de un parque infantil y los gritos desgarradores de un hermano. Pero con Bud a su lado, Noah encuentra su camino y nos enseña a todos una o dos lecciones sobre cómo abrazar nuestras emociones fuertes.
Por qué este libro es perfecto para ti:Una historia cercana: Ser testigo de los retos y las victorias contados por Noah ayuda a todos los niños a verse reflejados en la narración, pues comprenden que sus emociones fuertes son válidas y escuchadas y que ellos también pueden florecer.
Estrategias prácticas de afrontamiento: A través de una atractiva narración, tu hijo aprenderá técnicas prácticas para gestionar sus emociones, herramientas que podrá utilizar en situaciones de la vida real.
En defensa de la neurodiversidad: Escrito por Grace Ledden, analista conductual certificada, este libro no sólo entretiene sino que educa, lo que fomenta un mundo que abraza la neurodiversidad y la singularidad de cada niño.
Ilustraciones entrañables: Déjate llevar por escenas conmovedoras que salpican cada página con una pizca de alegría y mucho amor.
Tanto si eres un padre que busca una historia que refleje las experiencias de su hijo como si eres un profesor que quiere fomentar la empatía en clase o simplemente alguien a quien le encantan las historias conmovedoras de amistad y crecimiento, este libro es para ti.
Añádelo a tu carrito para unirte a la aventura con Noah y Bud, ¡y observa cómo florece tu hijo!